Esto se debe a los fenoles y a los flavonoides.

Si un vaso de vino beneficia al corazón, uno de vino blanco beneficia a los pulmones. La sorprendente noticia llega del congreso de la American Thoracic Society, en donde Holger Schunemann, del departamento de Medicine and Biomedical Sciences de la Universidad of Buffalo, ha anunciado los resultados obtenidos por su equipo de investigación: el vino, especialmente el blanco, ayuda a funcionar a los pulmones.

Sin embargo, no existe una relación directa entre el funcionamiento pulmonar y la cantidad total del alcohol ingerido (mientras que los estudios anteriores habían señalado un efecto negativo de este último sobre los pulmones), tampoco se ha identificado algún tipo de relación con el consumo de otro tipo de bebidas alcohólicas (cerveza, licores, etc.).   

«Se ha demostrado que un consumo moderado  de vino tinto tiene efectos positivos para el corazón, pero en este caso la relación era más fuerte con el vino blanco», señala Schunemann. La investigación se ha realizado en más de 1.500 neoyorquinos, en la que se ha analizado no sólo su consumo de alcohol, sino también su estilo de vida, dieta incluida y las condiciones físicas.

La eficacia de los pulmones ha sido examinada a través de test que mide la cantidad de aire expulsado en una única respiración forzada (Fvc) y la que se emite en un segundo (Vev1). Los voluntarios se han clasificado en “no bebedores” (menos de 12 copas durante toda su vida), y en “actualmente no bebedores” (ni siquiera un vaso durante el último mes) y en “bebedores” que se han subdividido dependiendo del tipo, la frecuencia y la cantidad de bebidas consumidas. Los resultados han sido en general, bastante curiosos, incluso desde un punto de vista sociológico. Los amantes de la cerveza, por ejemplo, han resultado ser los hombres más jóvenes que según parece, acompañan cada trago con un cigarro. Los más pesados físicamente son los bebedores de licores, mientras los que prefieren el vino son, en general, personas más instruidas. 

Desde el punto de vista médico el dato más interesante es el que contempla el nivel de antioxidantes, que es definitivamente más elevado en la sangre de los amantes del vino. Son precisamente sus propiedades antioxidantes – según parece, especialmente en el vino blanco- las que combaten los radicales libres y ejercen una influencia positiva sobre el funcionamiento pulmonar (la relación es bastante fuerte tanto por el Fev1 como por el Fvc).

«Algunos indicios señalan que el alcohol puede incrementar la carga oxidativa », explica Schunemann, «pero una gran cantidad de pruebas demuestran que el vino contiene antioxidantes como los flavonoides o los fenoles. Además hemos demostrado que  los niveles de antioxidantes contenidos en la dieta y en el suero de la sangre están asociados con la salud y con el buen funcionamiento de los pulmones. Pensamos, por tanto que los antioxidantes del vino, son los responsables de los resultados encontrados», concluye el científico.

Queda aclarar el por qué de las diferencias entre el vino tinto y el blanco (en esta ocasión sale ganando el segundo), pero probablemente serán necesarios posteriores análisis para resolver todas las incógnitas todavía sin resolver. En cualquier caso, los estudiosos aconsejan ingerir una cantidad moderada de alcohol y ayudar a los pulmones con una dieta equilibrada, rica en fruta fresca y verdura de temporada.

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