Este utensilio, fue fabricado para poder llevarse los alimentos a la boca,
sin necesidad de tener que utilizar las manos. Cuentan, algunos autores, que
este "pincho" fue fabricado en oro puro.
Pero sus comienzos no fueron fáciles. Este nuevo instrumento, proveniente de
Constantinopla, sufrió un rechazo generalizado, por diversos tipo de
razones, aunque la principal fue por la falta de pericia de quienes lo
utilizaban. Las habilidades mostradas con el tenedor por muchas personas no
eran dignas de elogio. Se pinchaban la lengua, las encías, los labios ... lo
utilizaban a modo de mondadientes, para rascar y hurgar ... Llego a
denominarse "instrumento diabólico" por San Pedro de Damián, quien
consideraba demasiado refinada la utilización del tenedor en las comidas.
La Princesa Teodora, contrae matrimonio con Doménico Selvo, hijo del Gran
Duque de Venecia, y trata de imponer en la corte este nuevo utensilio,
conocido como "fourchette", que viene a significar "pincho". Pero como
indicamos anteriormente, la fama de refinada y sofisticada de la Princesa,
no cayó en gracia a sus cortesanos y el nuevo instrumento no tuvo ningún éxito. Pero este hecho tan pionero, para la época, tendrá repercusión unos
siglos más tarde, no solo en Italia, sino en todo el mundo.
Parece ser, que el Rey Enrique III, fue uno de los precursores entre los
años 1.574 a 1.589, tratando de extender el uso de este utensilio en su
refinada corte francesa, con alguna pequeña variante respecto del modelo
original de la Princesa Teodora, pues contaba con dos dientes y un mango
algo más amplio.
En el siglo XVII, y como avance a su generalización en toda Europa (finales
del XVIII y principios del XIX), el descubridor y experto viajero Británico
Mr. Thomas Coyat, en uno de sus viajes a Italia conoce este nuevo utensilio.
En alguno de sus diarios pueden recogerse referencias a este nuevo cubierto:"Muchos italianos se sirven de un "pincho" para no tocar los alimentos, para
comer los espagueti, para tomar la carne ... No es nada refinado comer con
las manos, pues aseguran que no todas las personas tienen las manos
limpias". Y ante el asombro de todos, Mr. Coyat, se lleva esta costumbre a la tradicional Inglaterra.
Por qué los italianos se asustan ante quien toca la comida con las manos?
Aunque fueron pioneros en Europa, ellos comían siglos atrás como lo hacen
todavía en la vieja Europa, sin que por ello faltasen a las reglas de
cortesía o de etiqueta; el único instrumento válido para ingerir la comida
eran las manos.
Todos ellos venían preparados (la carne troceada, incluso) para tomarse con
las puntas de los dedos, sin que por ello se considerase una ofensa al buen
gusto. Además se contaba con una sería de normas, como limpiarse después de
cada plato los dedos, y no chupárselos. Enrique III de Francia, precursor en
Europa del uso del tenedor, establece uno de los primeros códigos de buenas
maneras en el que podemos encontrar lagunas normas o consejos sobre el comer
con las manos: "Tomar la carne con tres dedos, sin tomar pedazos grandes que
no quepan en la boca, y evitar tener demasiado tiempo las manos en el
plato".
Con posterioridad a Enrique III, Carlos V de Francia, en un viaje a Venecia
descubre el uso del tenedor. Pero dada su "fama" de afeminado y refinado,
fue considerado un objeto cursi y de personas afeminadas.
En Europa podemos decir que su uso se generaliza a partir de finales del
siglo XVIII o principios del XIX, dependiendo de los países, extendiéndose
después al resto del mundo, en muchos de cuyos lugares se utilizan utensilios similares.
En España, aunque su uso se generaliza al principio del siglo XIX, se tienen
algunas referencias del siglo XIV, en el que los maestros trinchadores ya
utilizaban un gancho o pincho, del que se hace referencia en la obra "Arte
Cisoria" de 1.423, donde el Marqués de Villena hace esta descripción:"Utensilio de tres puntas, donde la primera tiene dos, y sirve para sujetar
la carne que se ha de cortar, o para la cosa que ha de tomarse". También, se
cuenta que el Emperador Carlos V lo había utilizado en ciertas ocasiones, y
que Felipe III, fue otro de los descubridores del tenedor en España allá por
el siglo XVII.
La primera industria que comenzó a fabricar estos nuevos utensilios en
España, se ubicó en Barcelona, a principios del siglo XIX.
Gentileza del : Dr. Rodolfo E. Parbst
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