Comencemos por aclarar que entendemos por bioenergético.

Nuestro concepto de bioenergía implica el reconocimiento de la energía vital subyacente en toda forma de vida, compartida por todas y cada una de las células componentes, y en permanente participación mediante el intercambio de esa fuerza.

Por ello, toda técnica aplicada con la intención y reconocimiento de esa cualidad de la bioenergía, podrá ser considerada como bioenergética.

Esto podría implicar que muchas de las actividades, tanto en la vida diaria como la profesional, que componen nuestra manifestación, entran en esta clasificación, y no es así.

Para que la acción pueda ser considerada bioenergética, conside-ramos que debe cumplir otro requisito, sobre todo si esa acción va a ser parte de un tratamiento: debe ser realizada conscientemente.

Nuestro cuerpo, postura, actitudes, son el efecto de innumerables causas,que a lo largo de la vida plasmaron esto que ahora somos.

Este trabajo fue realizado casi en su totalidad, sin nuestro conocimiento,convirtiéndose así, en víctimas in-conscientes de nuestras suposiciones, prejuicios, condicionamientos, y tantos otros motivos que alternaron nuestra evolución en libertad.

Teniendo en cuenta éstos datos, ¿qué podemos esperar de nosotros mismos en el futuro?. Sólo la repetición interminable de clichés de conducta, que determinan nuestra vida.

Para producir un cambio, primero debemos advertir el problema y luego encontrar y aplicar los medios necesarios para obtener ese cambio.

El masaje bioenergético es una técnica, que, en principio, cumple con los requisitos antes mencionados.

A través de una lectura corporal minuciosa, nos permite analizar todos los segmentos corporales, tanto desde el punto de vista físico como el anímico-emocional.

Todos los incidentes que afectaron nuestra vida, están registrados en nuestro cuerpo, que se convierte así en un libro, un compendio completo de nuestra historia pasada, presente y con proyección en el futuro.

La reflexología empleada por la medicina oriental como técnica de diagnóstico y tratamiento a través de los pies, manos, rostro, lengua, etc., merece ser incluída con todos los honores en la medicina occidental, ya que los estudios realizados a partir de Pavlov sobre los reflejos condicionados, demuestran la total representación del interior de nuestro cuerpo en la cubierta cutánea.

Gracias a estos estudios, se ha podido trazar mapas completos que incluyen los reflejos cutáneo-músculo-viscerales y víscero-músculo-cutáneos.

De este modo, cada zona de la piel con la que tomamos contacto, nos relaciona con esas estructuras profundas y nos informa sobre su estado.

El masaje bioenergético entronca profundamente con el masaje reflejo.

Como vemos, el diagnóstico bioe-nergético basado en la lectura corporal y la sensopercepción, es sumamente complejo y realizado correctamente, aporta datos confiables que puedan ser comprobados por los profesionales médicos.

Antes de pasar a la técnica propia del masaje, debemos referirnos a un tema muy importante, que es motivo de grandes controversias, ya que alude a la relación causa-efecto de nuestros síntomas y enfermedades.

Está de moda el término "holístico": visión holística, enfoque holístico; medicina holística.

Que significa ésto:

La visión holística es apropiada para ver al ser como una totalidad que se manifiesta en diversos niveles no excluyentes, y cuya permanente interrelación sólo se vé distorsionada por nuestra fragmentación.

El universo se desenvuelve adecua-damente; es nuestra percepción inade-cuada de lo adecuado, la que genera el conflicto.

Esta fragmentación a que nos referimos, termina por hacernos creer que un dolor en el hombro y un puñetazo no descargado a tiempo, no tienen relación, o que una lesión en la rodilla y la incertidumbre en conservar el trabajo, tampoco la tienen, o que una disfonía pre-exámen es una casualidad.

Poco a poco nos damos cuenta de que tendemos a expresarnos por diversos caminos, y si esos caminos se van cerrando, la energía expresiva tiende a congelarse en distintas zonas, espe-cíficamente para cada caso.

El cuerpo del hombre no es tan rígido y sólido como lo percibimos, consi-derando que lo físico es la cristalización de la energía en materia, además de conservar otras energías que circulan libremente, interpenetrándose, circun-dando la cubierta corporal y exten-diéndose mas allá de ella.

Los miles de millones de células de nuestro cuerpo, son recorridas por intensas corrientes energéticas, producto del accionar metabólico vital, y funcionan como pequeñas baterías que suministran un flujo contínuo de energía.

En el hombre se reconocen energías centrífugas, que van del centro a la periferia (químicas, eléctricas, térmicas, etc.) y energías centrípetas, que ingresan del espacio exterior y deben ser modificadas para que el cuerpo no estalle.

Cualquier obstrucción en el flujo de energía, hace que ésta deba buscar otro camino para circular, o bien se retrae reforzándose el movimiento en la dirección opuesta.

El movimiento centrípeto requiere un grado de conciencia y estado desa-rrollados, para poder absorber la energía, metabolizarla, distribuirla y adaptarla.

Cuando la conciencia del hombre está dividida, al energía exterior no puede incorporarse adecuadamente, porque el cuerpo está ocupado en usar su propia energía bloqueada, lo cual lleva a inutilizar su acción.

Los centros vitales o centros de energía del cuerpo, tienen correspondencia con las glándulas , y se conocen también con el nombre de chakras.

Estos centros se ubican en la periferia del cuerpo, por lo cual son estimulados mediante las maniobras que aplicamos a través de la piel.

La kinesióloga Susana Berman es directora de UKI, Unidad Kinésica Integral