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Metabolismo y la asimilación

El metabolismo y la asimilación de los alimentos.

Leonardo da Vinci en los remotos tiempos del Renacimiento, comparaba la vida con una llama que se mantiene por la combustión de determinadas sustancias, realizando un consumo de oxígeno.

Esta concepción tan simplista fue aclarada por el eminente Lavoissier que fijó genialmente los principios fundamentales de la teoría termodinámica de la nutrición. En ellos se establece que para la permanencia de la vida se precisan tres condiciones fundamentales:
1. Presencia de un cuerpo carburante, el oxígeno que forma parte de la atmósfera en cuyo seno se encuentran los seres vivos.
2. Existencia de cuerpos capaces de producir energía mediante la combustión, los alimentos.
3. Y por último, un suministro permanente de estos alimentos que permita la reposición de la energía perdida en esta combustión u oxidación.

Por lo tanto, todo ser vivo necesita alimentarse para existir, y desde un punto de vista fisiológico, todos los animales, incluso el hombre, vivimos a costa del reino vegetal, pues solo las plantas verdes son capaces de producir las materias necesarias para la vida a partir de las sustancias inorgánicas, sin más ayuda que la luz solar.

Este proceso mediante el cual la materia se eleva de la simplicidad e inercia del mundo inorgánico a la complejidad y actividad que son las características de la vida, se llama "fotosíntesis".
Hasta ahora el hombre de ciencia no ha podido conseguir fuera de la célula vegetal viva esta transformación de la energía lumínica en energía química y si se conociera este secreto, acaso sería posible prescindir de las plantas como productos alimenticios.

Los carbohidratos y los compuestos nitrogenados constituyen los alimentos fundamentales, algunos de los cuales pueden ser utilizados directamente por el organismo para la producción de energía.

Pero la mayor parte han de sufrir ciertas modificaciones a través de los procesos digestivos para poder ser utilizados posteriormente, bien transformados en energía productora de trabajo o bien empleados en reparar las sustancias vivas que continuamente se destruyen en el organismo o que son necesarias para el crecimiento y la reproducción.

Todas estas transformaciones que experimentan los alimentos en el seno del organismo vivo consisten, la mayor parte de las veces, en una simplificación de sus moléculas que facilita su reabsorción y las dota de una estructura específica más sencilla, adecuada para regenerarse, adquiriendo la compleja estructura específica del organismo asimilante.

Todos estos cambios constituyen el metabolismo, que es en suma, un proceso de oxidación que puede traducirse en oxígeno gastado y dióxido carbono, y que puede medirse en calorías, siendo la caloría la cantidad de calor necesaria para elevar la temperatura de un litro de agua de 15 a 16 centígrados. Teniendo en cuenta todo lo expuesto, todos los componentes del organismo proceden de los elementos ingeridos, bien utilizados directamente en la forma en que han sido suministrados o bien previamente transformados. El sostenimiento de la vida, la actividad funcional, el desarrollo y la reproducción dependen por lo tanto de sustancias nutritivas contenidas en los alimentos.

Así pues, los alimentos tienen dos funciones distintas; una de mero combustible, proporcionando al organismo calorías necesarias para su sostenimiento y para recuperarse al trabajo realizado; función energética y otro proporcionar el material preciso para reponer las pérdidas orgánicas sufridas y para la formación de los nuevos tejidos indispensable para el crecimiento; función protectora o plástica.

Los hidratos de carbono, las proteínas y las grasas, cumplen la primera función; las vitaminas, las sustancias minerales y el agua, la segunda. Ha de hacerse constar, sin embargo, que las albúminas tienen una doble función y según investigaciones recientes lo mismo sucede con algunos elementos de las grasas.

Con relación a estas diversas funciones es conveniente diferenciar el "metabolismo funcional y metabolismo de integración o de constitución" que ocupa el primer plano en el organismo en desarrollo y crecimiento

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