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Carne de cordero

La carne ovina no es un alimento de gran consumo en nuestra mesa nacional, pero todos los recetarios regionales incluyen preparaciones con cortes de cordero,

Especialmente los guisos y asados cocidos según las diferentes costumbres provinciales. Con el ingreso de los corderitos de la Patagonia, la cocina ovina adquirió un respetado vuelo gourmet, mientras los paladares tradicionales recordaban esos cortes con abundante pulpa inevitablemente invadida por exceso de grasa.

En busca de una calidad diferenciada, un grupo de emprendedores desarrolló nuevos animalitos a partir de una cruza de raza carnicera con raza lanar, alimentados con buenas pasturas bonaerenses. Pesan entre 35 y 45 kilogramos, producen una carne más magra, tierna y sabrosa, con cortes que sugieren un buen destino para diferentes métodos de cocción. Los cortes de Cordero de las Sierras –pierna, cuadril, costillar, paleta–, con una mayor proporción de carne respecto del hueso, vienen envasados al vacío y se consiguen en las góndolas premium de los supermercados. Los corderos son supervisados periódicamente por el INTA, el organismo que intervino en los protocolos de producción. El esfuerzo de la empresa está en sintonía con la legislación por la que se busca recuperar el consumo de esta carne, y suma en este caso elementos de valor dentro de una geografía que no les es ajena.

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